Habían pasado seis meses después de haber fallado en el ritual del anima nexum, y Fabio se encontraba en la biblioteca del Castillo de Transilvania, buscando información sobre los seres de luz y cómo determinar si su víctima fallida era uno de ellos.
Entre la sección de los libros más antiguos de la biblioteca, llamó su atención uno que tenía un lomo desgastado por el tiempo y que apenas dejaba distinguir una cruz dorada en la parte inferior, acompañada con la palabra "lux".
Fabio lo tomó, y le sorprendió aún más la portada del deteriorado libro,
Un ángel de rostro perfecto se dibujaba en el centro, de cuyas alas se despedía un halo de luz extremadamente brillante que no había sido posible disimular con el paso del tiempo, el color de las fibras de oro marcadas en ella se encontraba casi intacto, en las manos del ángel se sostenía una pesada cruz de madera tallada.
Fabio empezó a ojear entre las páginas deterioradas, logrando encontrar la sección del libro que había estado buscando:
"(...) Los seres de luz son elegidos por Dios y él les asigna un ángel de la guarda para que los acompañe por su tránsito en el mundo de los humanos. Los Ángeles de la guarda de los seres de luz son los querubines escogidos entre aquellos que no están destinados a luchar contra las fuerzas del mal, sus poderes son limitados.
Dios elige a los seres en luz por la pureza que habita en su corazón, siendo menos propensos a caer en tentaciones, por lo que sus ángeles no requieren ser los más fuertes y poderosos de su reino.
La dinastía de los ángeles de luz se ha mantenido en secreto desde el inicio de los tiempos, y sólo han sido confirmados hasta ahora luego de su muerte a La madre Teresa de Calcuta, Nelson Madela, El Papa Juan Pablo II.
La única característica que se ha logrado identificar en los seres de luz, es la cruz de caoba tallada que cuelgan sus ángeles de la guarda"
Un ser de luz tiene mucho poder sobre las fuerzas malignas y oscuras aunque la mayoría de las veces es ignorado por ellos mismos.
El daño que genera el efecto de un ser de luz en un vampiro es silencioso y casi nunca se detecta hasta que el vampiro pierde sus poderes por completo sin retorno (...)"
El estruendo del tic tac del reloj de pared de la silenciosa biblioteca hizo volver a la realidad a Fabio que se había perdido entre las páginas del libro que acababa de leer. En su mente divagaban muchos pensamientos tratando de asimilar la información que tenía ahora en la cabeza.
Inmediatamente cerró los ojos, forzando a su mente retroceder seis meses atrás para lograr recordar si el ángel de su víctima llevaba o no la cruz de madera que hasta ahora era el único símbolo que los identificaba.
Su cerebro se trasladó automáticamente a las afueras de aquel pequeño café donde conoció a Ana y desde luego a su ángel de la guarda. Fabio lo recordó sin mucha dificultad, era un ángel de gran estatura, algo corpulento y de facciones un poco toscas, estaba vestido con un traje negro perfectamente planchado, y a pesar de estar a minutos de empezar una batalla, llevaba el rostro sereno y tranquilo, un postura que mostraba seguridad y fortaleza.
-¿Dónde tenías cruz?- se preguntaba Fabio, al no recordar en ese momento que el ángel de la guarda haya llevado alguna colgada en el cuello.
Siguió explorando con su mirada al ángel que se había congelado en su mente, recorriendo a detalle cuando pudiera de ese día.
De pronto recordó que el ángel logró ponerle un golpe con el puño derecho que apenas llegó a esquivar. Mientras procesaba las imágenes en camara lenta, su corazón empezó a acelerarse y un nudo en la garganta se le iba formando, a medida que el puño se iba acercando a su rostro, logró distinguir en el anular del ángel un anillo con una cruz de madera tallada.
Fabio lo comprendió finalmente, algo que ya sabía que era posible, se estaba concretando ahora; el ángel de la guarda llevaba la cruz de madera, entonces Ana, era un ser de luz.
- Tengo que matarla antes de la próxima luna llena o la repudiable luz de esa humana acabará conmigo - Fueron las palabras de Fabio mientras miraba el calendario buscando la fecha de su próximo encuentro con Ana.
CONTINUARÁ...
TIC tac...¿Fabio perderá sus poderes? Creo que encontró la otra mitad de su existencia
ResponderEliminarMe dejas en el aire, que siga fluyendo ma escritura y la inspiración...estudiosa